ALIÉ, EL JOVEN QUE HUÍA DE LA MUERTE
En la ciudad de Bagdad, vivía un joven sirviente llamado Alié.
Una mañana, cuando iba al mercado para hacer la compra, se detuvo en un puesto de fruta y se encontró con la Muerte.
Alié se asusto mucho, pues creyó que la Muerte le hacia un gesto.
Aterrado, el criado volvió corriendo a casa.
Señor, -le dijo a su amo- déjame el caballo más rápido de la casa, esta noche tengo que estar muy lejos de Bagdad;
tengo que llegar como poco a Samarra, pues la Muerte me busca.
Pero ¿por que huyes? -le pregunto el mercader.
Porque he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho un gesto de amenaza.
Compadecido de él, el mercader le presto un caballo, y así partió Alié, al galope hasta la ciudad de Samarra.
Por la tarde, el propio mercader fue al mercado, y como le había sucedió antes a Alié, también él vio a la Muerte.
Muerte, -le dijo acercándose a ella- ¿por que has hecho un gesto de amenaza a mi criado Alié?
¿De amenaza? No, no ha sido un gesto de amenaza, sino de asombro.
Me ha sorprendido verlo aquí, tan lejos de Samarra,
por que esta noche debo llevármelo de allí.