El blog de Teresa. teresamonterde.blogspot.com

viernes, 12 de julio de 2019

LA MUJER PÁJARO (FÁBULA)

     Si realmente queremos un cambio liberador y justo, sería necesario aprender a ver el mundo de forma diferente. Atrevámonos, rompamos el circulo que nos contiene y encierra. Quizás el conocimiento no es aquel circulo expresado con cabeza de reptil que terminaba  mordiéndose la cola. Circulo cíclico que sé repite una y mil veces con variaciones minúsculas.

     El cambio podría estar en una percepción diferente de lo cotidiano, ver con otros ojos, imaginar lo nunca imaginado, cambiar las expectativas y los intereses y seguir cuestionando las ideas y las costumbres. Esta podría ser una inicial propuesta para un cambio individual.

     Las sociedades antiguas son patriarcales y poderosas. Las leyes, se nutren de las costumbres y de los prejuicios. Alegando representar al pueblo de forma democrática, lo que de verdad hacen es someterlo. ¡Un feroz engaño el que nos quieren vender! Representan a quienes representan, al poder, al dinero, a las viejas ideas. Son elitistas, machistas y ancladas en tiempos pasados. 

     Pero las sociedades están vivas y por lo mismo sujetas al cambio. Las necesidades de ayer devienen otras y no se puede mantener el inmovilismo ideológico en sociedades movidas por la maquina del tiempo.

     Dedicado a ésa otra forma de ver las cosas se dirige esta historia, a posibilitar a enfrentar lo cotidiano con otra nueva visión.


 LA MUJER PÁJARO

      En un pequeño pueblo nació una niña a la que le salieron alas. Brotaron de sus hombros y al principio eran muy pequeñas. Pero crecieron rápidamente, y en muy poco tiempo tuvo unas alas de una medida considerable. La gente del vecindario estaba horrorizada.

- Se las tenéis que cortar - les decían a su madre y a su padre.
- ¿Por qué? - preguntaban.
- Bueno, es evidente – alegaba la gente.
- No – dijo su madre, y sonó tan rotundo que al final se marcharon.


Pero unas semanas más tarde la gente regresó.

- Si no se las queréis cortar, al menos recortádselas.
- ¿Por qué? - quiso saber el padre.
- Bueno, al menos eso demostraría que estáis haciendo algo.
- No – contestaron ambos, y la gente se marchó.


Entonces aparecieron por tercera vez.

- Al menos en dos ocasiones nos habéis despachado - informaron a la madre y el padre -, pero pensad en esa niña. ¿Qué estáis haciendo con la pobrecita?
- Le estamos enseñando a volar.

  Pues eso, aprendamos a volar y dejemos volar también a los demás. 


 Autora: Suniti Namjoshi de fábulas feministas.