AFRODITA - Voluptuosidad de las olas. Su cuerpo adquiere la forma de
las caricias, como la ola toma la forma del viento. Esta amante
universal ¿debería unirse a Gea, la Tierra? Al obligarla a casarse con
Vulcano unieron el agua y el fuego.
PSIQUE - Psique se casó con un desconocido. Lo acaricia pero no ha
visto su rostro. El cuerpo del que descansa a su lado cada noche, en la
oscuridad, adopta la forma del más bello sueño. El amor, esa miel de las
tinieblas.
Una mujer dichosa se hubiese adormecido a su vez, pero el sueño no
puede rozar a Psique. Ese cuerpo acostado en la sombra la asusta como un
cadáver. Decide encender su lámpara.
Haber creído unirse con el infinito y no encontrar nada más que un
ser. El palacio de Psique es menos amplio de lo que pensaba; basta con
un suspiro para que se derrumbe. Muros y techos, a los que no sostienen
la presión de un fervor.
Se ha dicho que Psique tenía las alas de una mariposa, pero su alma
es la de una abeja. Esta obrera reconstruirá su palacio celdilla a
celdilla. Se acostumbrará, incluso a amar el Amor.
HELIOS - Como todos los entusiastas, no se da cuenta de que miente. Nos oculta que siempre es de noche
SAFO - Después de todo, las Musas son mujeres. Y es de eso de lo que se enamora Safo.
EL AMOR - Lleva una antorcha pero es ciego. Alumbra a los que son amados.
ORFEO - Siempre se ve uno castigado al no amar más que a un solo ser.
HERMAFRODITA - Es Narciso con los ojos cerrados.
No tiene nada del viejo ídolo andrógino, infatigable creador.
Hermafrodita no ha creado nada. La vida, deseo de crecer y superarse,
partos que pueblan las necrópolis, vana fecundidad. Hermafrodita reposa:
sus párpados cerrados no protegen ningún sueño. Duerme. No digáis que
sueña: sería como anunciar que el mundo vuelve a empezar. El universo
solo puede ser la pesadilla de Hermafrodita.
PERSÉFONE - Conoce las raíces de las plantas, la capa de agua que por
debajo de la tierra alimenta los manantiales, el sueño cansado de los
muertos. Dama del otro lado de las cosas.