El blog de Teresa. teresamonterde.blogspot.com

sábado, 21 de octubre de 2017

EL BAILE Y LA DANZA: EL ÉXTASIS HACIA LO MEJOR DE UNO MISMO.


     Hace unos días asistimos a la interpretación de unas danzas griegas que iba a realizar una chica norteamericana. Ésta apareció envuelta en una túnica lisa y sencilla, los pies descalzos, ligera como un soplo de aire, veloz como una onda: más que bailar se deslizaba como flotando, fluyendo como una suave melodía que se hubiera convertido en linea. Tuvimos la sensación de no haber visto nunca algo semejante: se diría que ante nosotros, mediante un mudo hechizo, una vasija griega cobro misteriosamente vida. Medio aturdidos y perplejos nos preguntamos qué había sucedido: era danza, era teatro, era música lo que habíamos presenciado.

ISADORA DUNCAN

     El baile, la danza es un intento de liberarse de la estrechez y pesadumbre de la existencia humana, un estar "fuera de sí" y experimentar arrobamientos y estados de ÉXTASIS, o como lo queramos llamar, que provocan la exaltación del espíritu. Los griegos creían que solo en momentos así el ser humano vive de verdad, y tanto la religión como el arte eran para ellos únicamente un medio para alcanzar el éxtasis. Se puede llegar a él mediante el padecimiento físico, como es el caso de los derviches, que no paran de girar hasta que, en pleno paroxismo, el cuerpo se paraliza, se entumece y acaba por extinguirse, desencadenando así la iluminación, la visión interior. En la danza griega, una persona siempre se libera del mundo exterior y lo suplanta con la imagen interior que trata de representar con su cuerpo.


      Isadora Duncan, baile lo que baile, nos hace disfrutar siempre del mismo espectáculo de liberación, de abstracción del mundo, llevándonos a unas regiones siderales.