El blog de Teresa. teresamonterde.blogspot.com

jueves, 29 de diciembre de 2016

CONSUMO, TRABAJO E INFELICIDAD.


LO QUE, JOSÉ MÚJICA, DIJO AL MUNDO SOBRE EL CONSUMO, EL DERROCHE Y EL MEDIO AMBIENTE, TIENE TODO EL SENTIDO EN ESTAS FECHAS NAVIDEÑAS.

   El consumo y el despilfarro de las sociedades ricas, me lleva a esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes o los españoles?

    
     ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? Más claro: ¿Tiene el mundo hoy los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible? ¿O tendremos que darnos algún día, otro tipo de discurso? Hemos creado esta civilización en la que estamos: hija del mercado, hija de la competencia que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo; la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y esta globalización, que significa mirar por todo el planeta.

   ¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?

   No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política.

   El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida. Porque no venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general.

   Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida y esto es lo elemental. Pero si la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor, -porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros- pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta. Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.

   Estos son problemas de carácter político que nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.

   Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.

   Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicuro, Séneca o incluso los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho, y desea más y más”. Esta es una clave de carácter cultural.

   Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo, “rechinan”. Pero tenemos que darnos cuenta que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa.

   La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.

   Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.

   Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la moto, el auto, y pague cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo reumático –como yo- al que se le fue la vida.

   Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba en la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo necesario y elemental.

   Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.

   Gracias.
   "Pepe Mújica en Río+20"

viernes, 9 de diciembre de 2016

EL DOCTOR ZHIVAGO. UNA PELÍCULA RODADA EN ESPAÑA




  Cincuenta años después del rodaje del doctor Zhivago la película nos sigue conmoviendo. La insuperable actuación de Omar  Sharif, como (Yuri Zhivago), junto a la actriz Julie Chistie, en el papel de (Lara Antipova) formarán parte  para siempre de nuestros recuerdos más entrañables.




    
      La historia se rodó en 1965 en España, y los exteriores en las bellas tierras de  Soria, quizás por su clima frío y sus fuertes nevadas. El Moncayo, entre Zaragoza y Soria sirvió para representar la cadena montañosa de los Urales y los pinares y pantanos sorianos, preparados adecuadamente, simularon la estepa rusa.

     El director David Lean fue escogido para el proyecto por su demostrada habilidad en crear obras históricas. Como "El Puente sobre el Río Kwai" en 1957 o "Lawrence de Arabia" en 1962. Con la obra de Pasternak, Lean consigió una obra maestra.


Juntos todo el reparto de actores. ¡Impresionante!


     La historia trata sobre la búsqueda que realiza el militar de la KGB, Yevgraf  A. Zhivago, de la hija ilegitima de su hermanastro, el poeta y médico Yuri, (Omar Sharif), y de su amante Lara, (Julie Chistie) 
     La música, otro de los capítulos inolvidables del filme que, junto a la "balalaica" formará el hilo conductor y familiar durante la película.