Tras la matanza de Tiananmen en 1989, Deng Xiaoping trató de restablecer su autoridad y reafirmar la legalidad de su régimen, pues las dos se habían resquebrajado a raíz de la matanza. Se empeñó en reconstruir su propio poder mediante el crecimiento económico.
Como la economía comenzaba a volverse floreciente, cuadros influyentes del régimen vieron en ello una oportunidad de enriquecimiento personal rápido. La persecución sin escrúpulo de su provecho privado se convirtió en el motor del boom económico que hoy conocemos; los monopolios del Estado más suculentos y provechosos cayeron así en manos de un pequeño número de altos cargos y funcionarios: éstos se repartieron los logros conseguidos por el trabajo de millones de obreros, campesinos mal alimentados y peor pagados. Este nuevo capitalismo salvaje fue acompañado en política de una despiadada represión de toda opinión contestataria. El Partido Comunista ya no conserva más que un solo principio: toda acción está justificada en la medida en que puede consolidar la dictadura o generar un mayor botín.
Liu Xiaobo fue Premio Nobel de la Paz en el 2010, y está encarcelado desde el 2.008.
Y para concluir, Liu, nos dice: el milagro económico en China es el de un régimen corrupto, con gran afán de lucro, es el producto de una sociedad injusta empobrecida moralmente. Los perjuicios causados a los derechos humanos y a toda la sociedad son incalculables. Si alguna vez logramos curarnos de ello, si lo conseguimos, eso sí que será un milagro.
Las grandes obras de la nueva China. |
Liu Xiaobo fue Premio Nobel de la Paz en el 2010, y está encarcelado desde el 2.008.
Y para concluir, Liu, nos dice: el milagro económico en China es el de un régimen corrupto, con gran afán de lucro, es el producto de una sociedad injusta empobrecida moralmente. Los perjuicios causados a los derechos humanos y a toda la sociedad son incalculables. Si alguna vez logramos curarnos de ello, si lo conseguimos, eso sí que será un milagro.