Una pequeña joya narrada con sencillez y frescura. Para todos aquellos que deseen pasar un buen rato disfrutando del sosiego, de la belleza y el buen hacer. "Es un sorbo de agua fresca en un día de calor; un libro, para paladares acostumbrados a los mejores vinos".
El señor Tiburius, de joven fue un hombre solitario, neurasténico y necio, que hastiado en una vida de lujo y sin sustancia decide acudir a un balneario siguiendo el consejo de un doctor algo chiflado que nunca receta medicamentos a sus pacientes...
"Ahora posee una casa de campo humilde. Alrededor de de la cual tiene las más esplendorosas flores y árboles frutales que uno pueda soñar. Y su bella esposa es la mejor del mundo. Mantiene siempre una actitud alegre y jovial y todo el mundo le respeta y le quiere. Nadie que que le hubiese conocido en aquel tiempo hubiese creído que él llegaría a tomar aquel sendero.
"Esta historia es, ciertamente, demasiado simple; y si yo la cuento es solo para que pueda serle útil a todos aquellos que andan algo ofuscados y, para que puedan extraer de ella alguna utilidad".
El sendero en el bosque, lo edita: Impedimenta, y tiene 154 pg.