Ese fluir continuo, ese movimiento lento e incesante que te recuerda el tiempo del reloj, a veces, si estamos atentos, el agua de los pequeños ríos nos susurra su historia, una historia del tiempo, del paso de los años sin cambios aparentes.
Pasear junto a ellos es una cosa hermosa, estos días pasados entre ríos y montañas, he sentido el sosiego del paisaje y disfrutado la frescura de sus aguas, e observado la vida tan variada y tan exuberante de sus riberas.
El río Manzanas, hace de frontera entre Portugal y el oeste de España, concretamente con la provincia de Zamora. Es un río profundo que ha excavado la roca a través de los años, de los siglos... Vaya este recuerdo a ese entorno mágico, a esas hoces y arribes que por lo agreste lo han preservado del deterioro propio de la época.
Estos ríos atraviesan las comarcas de: Tras os Montes y de la provincia de Zamora. Son patrimonio de la humanidad por su belleza, la calidad de sus aguas y por su entorno despoblado y salvaje. ¡Cuidémoslos, son muchos los años de existencia, y son tan frágiles...!