Han
pasado los años y volviendo la vista atrás me pregunto: ¿qué
quedó de todo aquello?, del movimiento feminista de los años setenta. Había tanto y quedaba tanto por hacer. Pero
es cierto, los tiempos han cambiado, ¿o solamente cambiamos las
personas?, las circunstancias, el momento vital, los años... En
cualquier caso, hoy en la biblioteca del barrio encuentro la revista
"Ajoblanco". La han vuelto a reeditarla, ¡qué bien! La
cojo. De alguna manera es volver a otro tiempo, no mejor, pero si
diferente. Siempre andamos diciendo que si en nuestra época, que si
cuando éramos jóvenes..., que si nosotros... Digámoslo claro, todo
eso son mentiras. Nosotros y yo, siempre nosotros. La realidad es la
que es y nuestro tiempo, aceptémoslo, se ha pasado.
Entre
las páginas de Ajoblanco encuentro un artículo dedicado al
feminismo. ¿De qué hablamos hoy cuando hablamos de feminismo? Lo
escribe Carolina Espinosa y da la voz a tres mujeres: Karmele
Marchante, Noelia Adánez y Pamela Palenciano. Veamos que ha cambiado
y donde estamos hoy en el tema feminista. Y aquí surge una de las
preguntas de la periodista. ¿"Por qué hay mujeres que se
declaran no feministas"?
Contesta
Pamela: “Los hombres se han encargado de dejar la palabra feminismo
en bolleras, lesbianas o mal folladas, y luego a venido A. Pérez
Reverte a reventarnos con la palabra "feminazi", que es un
termino que se invento un congresista republicano para referirse a
las abortistas de Estados Unidos. Ante semejantes etiquetas son
muchas las que se paralizan e inhiben. El feminismo cuestiona los
privilegios y exige una igualdad en derechos, y quien los tiene no
los quiere ni perder ni compartir”.
Otro
tema es la violencia contra las mujeres. No es nuevo, ya sabíamos
que existía pero en los últimos años hemos podido comprobar el
gran arraigo y la gran dimensión del problema. Como acabar con él,
ese es el reto.
Pero
la lucha por los derechos de las mujeres sigue estando vigente, y lo
es porque aún no hemos conseguido el reconocimiento que como
personas merecemos, necesitamos y al cual tenemos derecho. En los
últimos años, el ocho de Marzo, día de la Mujer Trabajadora, hemos
podido ver el resurgir de la lucha. Gente joven. Mucha gente joven
salió a la calle a reivindicar sus derechos, a despejar malos
entendidos y a mostrarse como es. Delgadas o gordas, altas o bajitas,
guapas y encantadoras, fuertes, sanas, alegres y libres. Estamos
vivas y queremos vivir como tales. Y esos derechos y libertades los
queremos ahora, no en un futuro, no en otro mundo, los queremos ahora
y en éste.
Todos
somos vulnerables y necesitamos entornos amigables, generosos que nos
permitan una vida feliz y razonable. No más prejuicios, no más
imposiciones hacia las mujeres; abajo las cargas y los pecados ancestrales. La
primavera renace y eclosiona cada año. Las mujeres de hoy deseamos
eso también, eclosionar en un mundo sin lastres, resurgir de la Tierra
con plena libertad, con igualdad, con derechos y con la garantía de
poder ejercerlos con total libertad.