Nuestro planeta Tierra está sometido a los vaivenes naturales propios de su condición. Terremotos, lluvia de meteoritos, corrimiento de placas, maremotos y erupciones volcánicas.
Hoy hablaremos de eso, del supervolcán Toba que en su última gran erupción estuvo a punto de acabar con parte de la vida terrestre.
Ésta teoría fue propuesta en 1998 por Stanley H. Ambrose, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
La teoría de la catástrofe de Toba explica un hecho que se produjo en el norte de la isla de Sumatra, en Indonesia, hace entre 70 y 75 mil años, cuando un supervolcán situado en el lago Toba entró en erupción
Algunos estudios afirman que esto produjo un cuello de botella en la especie humana, influyendo en su evolución, así como un invierno volcánico con descensos de temperatura a nivel global durante 6 o 7 años.
La teoría afirma que, cuando se restableció el clima y los demás factores, los humanos se empezaron a extender a partir de África.
Algunos estudios afirman que esto produjo un cuello de botella en la especie humana, influyendo en su evolución, así como un invierno volcánico con descensos de temperatura a nivel global durante 6 o 7 años.
La teoría afirma que, cuando se restableció el clima y los demás factores, los humanos se empezaron a extender a partir de África.
Vista desde el espacio de la erupción del volcán Toba |
Una combinación de evidencias geológicas y modelos computacionales apoya la factibilidad de la teoría de la catástrofe de Toba, y la evidencia genética sugiere que todos los humanos actuales, a pesar de la aparente variedad, provienen de un mismo tronco formado por una población muy pequeña (véase Adán cromosomal-Y). Utilizando las tasas promedio de mutación genética, algunos genetistas han estimado que esta población humana original vivió en una época que concuerda con el acontecimiento de Toba.
Esta teoría establece que cuando el clima y otros factores fueron propicios, los humanos nuevamente se expandieron a partir de África, migrando primero al Oriente Medio, y luego a Indochina y Australia. Las rutas migratorias crearon centros de población en Uzbekistán, Afganistán e India. Las subsiguientes adaptaciones al medio produjeron los diferentes rasgos y tonalidades en el color de la piel que hoy en día se observan en la población humana, a partir de un reducido colectivo de humanos similar genética y físicamente a los actuales bosquimanos.
Evidencia en contra
Una investigación de Michael Petraglia, de la Universidad de Cambridge, concluye que la erupción de Toba no tuvo un efecto tan catastrófico en el clima terrestre y la evolución humana. En 2009 descubrió un conjunto de artefactos de piedra en un yacimiento del sur de la India que sugiere que las poblaciones locales permanecieron en la región después de la erupción.
Ubicación del lago Toba en la isla de Sumatra |