Un año más y con un tiempo estupendo los jóvenes y los no tan jóvenes, se disponen a preparar sus vistosas y frágiles embarcaciones. Es, sin lugar a dudas, la mejor, la más autentica de las fiestas que celebra Torrero. Los participantes disfrutan de lo lindo y los seguidores, apostados en puentes y pasarelas, los siguen con una sonrisa en los labios y el sentimiento de estar pasado una mañana muy divertida.
Celebremos la libertad, la alegría de ser nosotros mismos.