El blog de Teresa. teresamonterde.blogspot.com

sábado, 23 de enero de 2016

ADIVINA QUIEN SOY...


Soy la fuerza que empuja a la humanidad hacia un oriente lleno de luz y de alegría.

 El poderoso me teme, el humilde me adora.

Mi nombre en los hogares humildes resuena como una música alegre, que llena de consuelo el corazón de los que sufren.

Soy maga que transforma en hombres los rebaños.
Sin mí, la humanidad continuaría gimiendo bajo el látigo de los faraones.

Sin mí, no se habría desplomado la Bastilla, arrastrando en su caída la barbarie feudal.
Prendida de las secas ubres del infortunio, me nutro de dolor, de tristeza, de la desesperación y de cólera, los fuertes jugos con que se amasa la rebeldía.

Todos me odian, menos los que sufren, y de ahí que solo tenga alojo en los lugares en que se amontona el dolor humano.

Encorvado sobre el surco, el campesino sueña conmigo; en las entrañas de la tierra, el minero suspira por mí; en la fabrica, el obrero me invoca.

Soy la única esperanza de los desamparados, de los humildes, de los parias. Acompaño a los que van de lugar en lugar ofreciendo sus brazos a la rapiña burguesa.

Soy el rayo de luz que penetra en el calabozo del presidiario; soy la promesa risueña que hace tolerable la vida del proscrito.

Pensamiento, pongo a Dios en el banquillo de los acusados y lo condeno a muerte. Acción, pongo en pie a los hombres que horadaban con sus rodillas las baldosas de los templos, promuevo el progreso, hago historia.

 ¡Cededme el paso!

 ¡Soy la revolución!


(Revista Regeneración, Los Ángeles, USA, 1917)
Publicado por: Ediciones Rasmia en 2014

                                                                   
 Ricardo Flores Magón (1873-1923)
(San Antonio Eloxochitlán, Oaxaca, 1873 - Leavenworth, Kansas, 1922) Político y periodista mexicano al que se considera precursor de la Revolución Mexicana. 

martes, 19 de enero de 2016

EL CAZADOR DE DOCTOROW


La vieja mansión se halla al sol, por encima de la línea de árboles. Cuentan que uno de los dueños de la fabrica la construyó para su prometida y, poco después de tomar posesión de la casa, la mató con su escopeta. En las columnas griegas faltan grandes pedazos y ella ve asomar tela metálica entre el yeso. Del pórtico cuelgan carámbanos y hay nieve apilada contra la casa. No tiene puerta delantera. Entra. La luz del sol y la nieve llenan el vestíbulo y la magnífica escalera. Ve el cielo a través del techo desplomado y un cráter en el tejado. Avanza con cuidado y se acerca a la puerta de lo que debió ser el comedor. La abre. Huele a podrido. Se oye un susurro y un silbido y ve una constelación de pares de ojos en la oscuridad. Abre más la puerta. Varios gatos están arrinconados en un ángulo del salón. Le gruñen y contraen la cola.

  Sale y camina hasta la parte trasera de la casa, un campo abierto, blanco bajo al sol. Hay una escalerilla de aluminio picado apoyada contra el alféizar de una ventana de la planta superior. Sube por la escalerilla. La ventana está reventada. Atraviesa el marco y se queda inmóvil en un dormitorio bien iluminado y espacioso. Un hemisferio de hielo cuelga del techo. Parece la base de la luna. Se detiene ante la ventana y ve en el borde del campo a un hombre con una chaqueta naranja y una gorra roja. Se pregunta si él la ve desde esa distancia. El hombre se apoya la escopeta en el hombro y un momento después ella oye un extraño chasquido, como si alguien hubiera asestado un golpe con la palma de la mano en la parte exterior de la casa. No se mueve. El cazador baja la escopeta y retrocede por el camino hacia la linde del bosque.

sábado, 16 de enero de 2016

EN EL HUERTO DE EPICURO


«Vana es la palabra del filósofo que no cura los sufrimientos del hombre. Pues de la misma manera que no es útil la medicina si no cura las enfermedades del cuerpo, tampoco lo es la filosofía si no sirve para suprimir las enfermedades del alma.»




El epicúreo es un hombre libre, moderado, que quiere vivir en paz gozando de los pequeños placeres que da la vida.

«¡Extranjero, aquí estarás bien: el placer es el fin supremo!» Pero por placer entendía la ausencia de perturbaciones de la mente, ataràxia, y la ausencia de dolor, aponíaComo ideal positivo, conseguir la autarquía o autosuficiencia, con amigos.



La escuela de Epicuro se llamaba El Jardín, un huerto, un centro de trasmisión de conocimientos de aprendizaje de un modo de vida a la búsqueda de la felicidad. 

El epicureísmo es esencialmente un arte del buen vivir, basado en la moderación de las necesidades y en el uso racional de la libertad.

LOS DIOSES DE EPICURO.

Para el filósofo de Samos los dioses existen, aunque no hay que temerles, pues viven plenos y felices en los espacios intercósmicos, sin preocuparse para nada de los humanos. En consecuencia, niega la existencia de la Providencia , es decir, la intervención de los dioses en la vida de los seres humanos.



Epicuro de Samos (-341/-270)adc.


jueves, 7 de enero de 2016

A MI ME GUSTA EUROPA

    Un faro que alumbra, una estrella que ilumina los ideales gestados en el pasado siglo es Europa. La libertad, la tolerancia, los derechos humanos, la democracia. Todos ellos son valores asociados al entorno comprendido entre la Estepa rusa y las costas del Océano Atlántico. Un refugio de libertades para todos los que vienen huyendo de la intolerancia y el totalitarismo. Esa es la Europa que me gusta y la que vale la pena mantener.


    Tras una guerra continua que duro casi treinta años, si contamos desde el inicio de la primera guerra mundial, 1914 hasta el 1945 fin de la segunda, encontramos una Europa en ruinas, degradada y con millones de muertos. 

    La paz en Europa era el objetivo, la ambición moral que animaba a los hombres más preclaros de aquella Europa destruida de posguerra. Pero ¿cómo? Los fundadores del proyecto de integración europea habían reconocido al agresor responsable de tanta destrucción, de tanta muerte y de tanto sufrimiento. El agresor era el nacionalismo, esa llama ideológica que inflama a las naciones y sus miopes dirigentes.
   "Sea lo que sea que decidamos e intentemos llevar a cabo en las nuevas instituciones, el objetivo es y sigue siendo la superación de las naciones y la organización de una Europa posnacional" Walter Hallstein

"El nacionalismo ha destruido la cultura y la civilización europea", nos dijo Stefan Zweig

   Por otro lado tenemos a un montón de pensadores que compartiendo la misma  idea  la fueron pergeñando con la luz de sus escritos. Todos ellos conforman un referente cultural europeo con brillo incuestionable. Nombres como: Voltaire, Diderot, Heine, Tolstoi, Pessoa, Pérez Galdós, Ibsen, Dickens, Boll, Amos Oz y muchísimos más. 

    La vieja idea de los filósofos ilustrados de la unidad y la tolerancia dentro de la diferencia es nuestro punto de referencia. Estado de bienestar, escuelas y universidades públicas, agua limpia, aire limpio, parques y bosques comunales, buen transporte público, hospitales, guarderías, salarios justos y otras muchas reivindicaciones.

    Este ideal que tiene muy pocos años de existencia, se encuentra otra vez amenazado por los de siempre, políticos con afán de gloria que defienden intereses caciquiles y egoístas; cada uno por su lado y en beneficio propio. Esta es la realidad a día de hoy, decepcionante y caótica. 

    Ante este panorama, ¿no deberíamos todos repensar  y trabajar conjuntamente por los viejos ideales de una Europa unida, por la supresión de las fronteras, la libre circulación de personas y la superación de los intereses egoístas que animan a los estados nacionales? Y mantener la Unión Europa como solución a los conflictos nacionalistas apostando por un mundo más justo y solidario.