«Vana es la palabra del filósofo que no cura los sufrimientos del hombre. Pues de la misma manera que no es útil la medicina si no cura las enfermedades del cuerpo, tampoco lo es la filosofía si no sirve para suprimir las enfermedades del alma.»
El
epicúreo es un hombre libre, moderado, que quiere vivir en paz
gozando de los pequeños placeres que da la vida.
«¡Extranjero, aquí estarás bien: el placer es el fin supremo!» Pero por placer entendía la ausencia de perturbaciones de la mente, ataràxia, y la ausencia de dolor, aponía. Como ideal positivo, conseguir la autarquía o autosuficiencia, con amigos.
La escuela de Epicuro se llamaba El
Jardín, un huerto, un centro de trasmisión de
conocimientos de aprendizaje de un modo de vida a la búsqueda
de la felicidad.
El
epicureísmo es esencialmente un arte del buen vivir, basado en la
moderación de las necesidades y en el uso racional de la libertad.
LOS DIOSES DE EPICURO.
Para
el filósofo de Samos los dioses existen, aunque no hay que temerles,
pues viven plenos y felices en los espacios intercósmicos, sin
preocuparse para nada de los humanos. En consecuencia, niega la
existencia de la Providencia , es decir, la intervención de los
dioses en la vida de los seres humanos.
Epicuro de Samos (-341/-270)adc.