El blog de Teresa. teresamonterde.blogspot.com

lunes, 11 de febrero de 2019

SPINOZA, EL GRAN PENSADOR RACIONALISTA DEL SIGLO XVII


    Antes que Kant, o Voltaire, Spinoza es el primer teórico que habló de la separación de poderes políticos y religiosos y el primer pensador moderno de nuestras democracias liberales. También intuyó las debilidades de éstas al ver la falta de racionalidad con que nos movemos y la inseguridad en asuntos políticos.. El miedo al castigo sigue siendo más fuerte que una convicción profunda.

 

 

      Si la "obediencia exterior es más fuerte que la propia convicción interna", nuestras democracias corren el arriesgo  de debilitarse. Es por ello de una importancia crucial la educación de los ciudadanos, que no debe limitarse a la adquisición de conocimientos generales, sino que también debe contemplar la enseñanza de la convivencia, el conocimiento de sí mismos y el desarrollo de la razón.  Spinoza sabe que cuanto más capaces seamos de adquirir un juicio  que nos ayude a discernir lo que es bueno de verdad (lo que él llama utilidad propia), más útiles seremos a los demás como ciudadanos responsables.

     Tres siglos antes que Gandhi, Spinoza comprendió que la verdadera revolución está en uno mismo y que debemos propiciar un cambio en  nosotros para poder mejorar el mundo. En su obra Ética, además de hablarnos de las leyes del mundo y de los hombres, nos anima a ese cambio con el fin de conducirnos hacia la sabiduría y la felicidad.


              Algunas de sus reflexiones:


“La alegría es el paso del hombre de una menor perfección a una mayor”. 

 

“La tristeza es el paso del hombre de una perfección mayor a una menor”.

 

  “La actividad más importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre”.

 

  “La paz es una virtud, un estado mental, una disposición constante en pro de la Benevolencia, la Confianza y la Justicia”.

 

Su visión del mundo y de la fe es que: "la naturaleza es toda ella sagrada en sí misma. Toda ella es Dios".

 

 

 



domingo, 3 de febrero de 2019

LO QUE CONOCEMOS SOBRE EL NACIMIENTO DEL COSMOS.



      Difícil es determinar algo tan lejano y vasto como el nacimiento de nuestro universo. Fueron los griegos los primeros en darle este nombre que equivale a decir: todo lo que existe. Un todo organizado, armónicamente y sujeto a leyes que poco a poco la ciencia se encarga de desvelar y comprender.

     La cifra es larga, se calcula en millones los años transcurridos desde su aparición, alrededor de 14 mil millones, se dice pronto. Nada hay que dure tanto, pero las grandes cosas siempre se hicieron despacio, o les llevo tiempo eclosionar, ya que como sabemos el universo más que hacerse surgió de una explosión de la materia concentrada.

    Sigamos, esta cifra siempre aproximada se inicia a partir de la gran explosión, el big bang que es considerado como el inicio del cosmos. Este modelo explosivo propone que toda la materia y la energía se hallaban contenidas en un punto y, que tras la explosión el cosmos comenzó a expandirse y enfriarse. Durante este largo proceso expansivo, aún por determinar, tuvo lugar el surgimiento del tiempo y de las fuerzas de la naturaleza.






     En los primeros momentos el universo era una nube de gases calientes, que poco a poco fue enfriándose permitiendo que los electrones presentes en ellos pudieran combinarse con los núcleos de hidrógeno y de helio posibilitando la formación de los primeros átomos.

   Un universo repleto de átomos navegando en el vacío. Bonito, ¿verdad? Y también nos suena a conocido. Acaso no fue Demócrito, quien hace más de dos mil años decía ya aquello de: "El mundo que conocemos está todo él formado por átomos que flotan en el vacío". Dos mil quinientos años después la ciencia vuelve a poner las cosas en su lugar, ni dioses ni paraísos extraterrestres, sólo materia organizada.



 ¿QUÉ HUBO ANTES DEL BIG BANG?

 

       En una entrevista televisiva que le hicieron al físico, ya fallecido, Stephen Hawking contestó que "no existe nada parecido a un antes previo a la gran explosión. El hecho de preguntarnos qué hay antes del big bang, que es el principio del tiempo, resulta paradójico. Podemos retrasar todo lo que queramos el reloj, acercándolo al momento de la explosión inicial, pero jamas lograremos ponerlo a cero. En la Breve historia del tiempo, ya nos contaba que indagar sobre lo que existía antes es como pensar en si podemos ir caminando hacia el Polo Sur después de haber llegado a él".

     Si rebobinamos la película del cosmos, la flecha del tiempo se encoge indefinidamente a medida que el universo se hace cada vez más pequeño, pero sin llegar nunca a la posición de salida.

 

 

     Los hipotéticos sucesos anteriores a la gran explosión no son conocidos, porque no hay forma de medir lo que pudo haber antes. Si no hay hechos que podamos observar podemos decir que el tiempo comenzó con la explosión del big bang. 
 
  Esta singularidad a la que llamamos universo es considerada por los astrofísicos como un todo en sí mismo, carecería de inicio y de límites, y no podrá ser ni creado ni destruido.