El blog de Teresa. teresamonterde.blogspot.com

domingo, 11 de enero de 2015

CAMBIOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS CON LA MENOPAUSIA


Con la edad se experimentan muchos cambios físicos que afectan al concepto y la imagen
de uno mismo, puede producirse una ligera disminución de altura como resultado de la osteoporosis. Normalmente hay una pérdida de agudeza visual y auditiva debida a los cambios degenerativos en los ojos y en el oído interno. Estos cambios tienden a ser mayores en la vejez.

La menopausia, se produce por la insuficiencia ovárica y los síntomas más frecuentes son: sofocos, palpitaciones, dolores de cabeza... y en algunas mujeres también: ansiedad, depresión, irritabilidad e insomnio.


Con la edad se experimentan muchos cambios físicos que afectan al concepto y la imagen
de uno mismo, puede producirse una ligera disminución de altura como resultado de la osteoporosis. Normalmente hay una pérdida de agudeza visual y auditiva debida a los cambios degenerativos en los ojos y en el oído interno. Estos cambios tienden a ser mayores en la vejez.

La menopausia, se produce por la insuficiencia ovárica y los síntomas más frecuentes son: sofocos, palpitaciones, dolores de cabeza... y en algunas mujeres también: ansiedad, depresión, irritabilidad e insomnio.

Se produce una reorganización o reestructuración de la identidad:
  • redefinición de la imagen corporal (rollos, canas, calvicie, etc.)
  • redefinición de las relaciones con los padres, los hijos y la pareja
  • evaluación de los planes que se proyectaron desde la adolescencia
  • reconocimiento de que queda poco por vivir, lo que genera cuestionamientos acerca de lo que se ha hecho y lo que queda por hacer
  • La fase anterior a la crisis es un período muy estable, existe una alto control de sí mismo, los impulsos no presionan por salir. Se debe lidiar con la sociedad y el mundo.
  • Integración de la personalidad: se es menos vulnerable a las presiones externas, se saben manejar mejor.
  • El logro de esta estabilidad, más los cambios físicos propios de esta etapa, generan una fase de introversión que se relaciona con el proceso de individuación (descrito por Jung). Esta forma de desarrollo propia de la especie humana DESDE LA INDIFERNCIACIÓN HASTA LA REALIZACIÓN DEL SER fue denominada por Jung, Proceso de Individuación. se trata del proceso típicamente humano de formación y de particularización del individuo psicológico en tanto que ser total -indivisible- distinto. Al haber dominado las presiones externas se puede dedicar la energía al conocimiento de sí mismo.
  • Se espera que el adulto medio se conozca más, que el sí mismo se vuelva más auténtico, en el sentido de que se tiene una visión más realista de la vida.
  • Los cambios ponen a prueba la madurez de la personalidad.
CRISIS. REESTRUCTURACIÓN Y MADURACIÓN
  • Madurez emocional o personalidad madura: ser capaz de ejercer un dominio activo sobre el mundo. lo mismo pasa con las capacidades del sí mismo (percibir bien). Capacidad de discriminación de aspectos sutiles de la personalidad propia y de los demás. La personalidad presenta unidad, consistencia, armonía de los rasgos.
  • Proceso de individuación: el sujeto se vuelca hacia su interior. Se produce un mayor conocimiento de sí mismo y se integran los nuevos aspectos a la personalidad. Se toma contacto con aspectos inconscientes y desconocidos de la personalidad. Este proceso desarrolla la capacidad de aceptar el paso del tiempo, las frustraciones y genera mucha confianza en los recursos internos (ser capaz de tolerar cosas que antes no creía posibles). Si se logran integrar los arquetipos joven/viejo y anima/animus, se logra una expansión de la personalidad y del conocimiento; se es más consistente frente al resto y con uno mismo.
  • Cambios biológicos y físicos:
- aparecimiento de canas, calvicie, sequedad cutánea (arrugas)
- disminución de la fuerza muscular y de la velocidad de reacción
- acumulación de tejido adiposo en determinados sectores del cuerpo
Estos cambios no implican una pérdida de las funciones, sino que estas disminuciones implican la generación de cambios en los hábitos de vida.
Físicamente, en la mujer se vive la menopausia (45-50). Disminución fluctuante. Aquí si se da la pérdida de una función: la capacidad reproductora. Mal genio, labilidad, falta de energía. Desajuste en relación al equilibrio anterior. Sintomatología física (cambios) y psicológica: “me estoy poniendo vieja, ya no puedo tener más hijos”. La mujer va a vivir mucho más aceptadamente la vejez, siempre que no haya centrado su autoestima en el atractivo físico.
Andropausia en los hombres: disminución de la hormona masculina (testosterona). Disminución en la cantidad de espermios y su velocidad. Disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales. Con la pérdida de la testosterona se da una cierta inestabilidad sexual, se requiere más estimulación y apoyo de parte de la pareja.
Todos estos cambios generan mucha angustia y duelo por el cuerpo joven. Se convierten en una gran herida narcisística. Refuerzan la conciencia de la vejez y la muerte próxima.
Se espera la aceptación de la nueva imagen física, que los cambios sean integrados a la personalidad.
  • Relaciones emocionales: se redefinen las relaciones con:
  • Padres: envejecimiento de ellos. Se produce un cambio de rol (los hijos toman el rol que antes correspondía a los padres). Significa aceptar que son débiles, vulnerables y que se pueden morir en cualquier minuto. Aumenta el sentimiento de vulnerabilidad personal.
La inversión de roles implica desarrollar una herida narcisística por la identificación con los padres que ya no están bien. Se genera una ofensa al yo al identificarme con alguien que está declinando.
  • Hijos: relación más horizontal y simétrica. Los padres deben promover la autonomía y la independencia de los hijos. Funciones fundamentales: orientar y guiar, respetando la autonomía.
Crisis edad media: enfrentar la posibilidad de ser superado por los hijos. Asusta por la “pérdida del rol”. También se sufre al saber que ya no son fuente de identificación de los hijos; ellos reconocen defectos y critican abiertamente. Lo más sano sería ser capaz de aceptar y sentirse gratificados por el proceso de autonomización de los hijos. Además, deben tolerar ser objeto de evaluación.
  • Pareja: se requiere un reordenamiento de la vida matrimonial, por el fenómeno del nido vacío. Ahora se pueden abordar temáticas que antes no se podía por dedicación a los hijos. Surgen conflictos que estaban latentes a lo largo de la vida de la pareja que no se habían resuelto por alguna razón. Pasar más tiempo juntos produce dificultades en la relación diaria, se requiere un sistema diferente que permita un acomodo real.
La pareja constituye una fuente de aceptación de los cambios corporales.
En el ámbito sexual: el juego de seducción es diferente, el coito también. Se generan procesos de adaptación, ajuste a cambios biológicos normales.
Dentro de la revisión de la crisis se concluye que la pareja comparte todo un pasado común que permite la proyección de la vejez en conjunto, lo que da tranquilidad a la pareja.
  • Estos signos cambian la perspectiva del tiempo, aparece la conciencia de la muerte personal. Se genera una adaptación en la proyección de metas, haciendo un análisis de los proyectos pasados y futuros.
Esto se plantea como una crisis normativa. Se da una mejor comprensión en todos los ámbitos por la inversión de roles. Esta crisis favorece la integración.
Se plantea el segundo proceso de individuación. Se aceptan mayores aspectos de la personalidad y, por otra parte, nos preparamos para la muerte.
  • Crisis: generatividad v/s estancamiento
La virtud que surge de esta crisis es el cuidado por los otros.
Generatividad: apoyar a las nuevas generaciones. Se expresa a través del ejercicio de roles. Enseñar, instruir, transmitir valores. Comprometerse a mejorar las condiciones de vida para las generaciones venideras. Se relaciona con la trascendencia (dejar algo).
De la generatividad emergen recursos: reparar, integrar amor y odio, sublimación, reconocer las propias limitaciones y aceptar lo inevitable de la muerte.
Sólo podemos ser generativos en la medida que hemos superado la reestructuración de la personalidad, aceptar la muerte propia. Implica hacer un duelo por el pasado y por las capacidades que se van perdiendo.
Estancamiento: incapacidad de preocuparse por el otro. Se produce por no haber resuelto crisis anteriores o la actual, lo que impide el desarrollo y fortalecimiento del yo (ejemplo: alguien a quien le cuesta aceptar su proceso de envejecimiento, no facilita nada a las generaciones nuevas).
Se puede manifestar en la elaboración de metas no realistas (por tiempo, dinero, capacidades, etc.). La energía se puede orientar mucho a la pseudo-intimidad. Se evita tomar conciencia de la verdad.
VEJEZ
  • Se debe realizar un trabajo interno que permita aceptar la propia historia como la única posible.
  • Se comprende más profundamente la vida, lo que soy yo y lo que son los demás.
  • Nuevo nivel de madurez psicológica.
  • El grado de desarrollo de la personalidad influye en cómo el individuo enfrenta los cambios de la vejez (declinación física, jubilación, pérdida de status, de las relaciones sociales)
  • Un yo fortalecido permite una buena vejez.
  • Se dan procesos de duelo.
  • Sentimientos ambivalentes que requieren ser integrados para una mejor vivencia de la vejez.
  • La identidad se debe reestructurar de nuevo.
  • Crisis: integridad v/s desesperanza (respecto a la muerte)
Muerte:
percepción correcta ! final del camino recorrido
percepción errónea ! interrupción en el camino, en algo que todavía se puede cambiar