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domingo, 11 de enero de 2015

CONTRA EL FANATISMO

Oz, Amos. (2002). (2007). Contra el fanatismo. Ediciones Siruela: Barcelona.
 



  Lectura realizada a principios de Agosto del 2.014

El señor Oz es un judío nacido en Jerusalén en el año 1939. Su familia de origen Europeo fue pasando de país en país, como él dice: “los iban echando a patadas” De Rusia, Lituania y finalmente de Polonia. La frase que el menciona es que en los años treinta Europa estaba llena de carteles diciendo: “Judíos a Palestina” y treinta años después los carteles decían lo contrario: ¡Judíos, fuera de palestina!.
¿Cómo curar el fanatismo? Perseguir a un puñado de fanáticos por la montañas de Afganistán es una cosa. Luchar contra el fanatismo, otra muy distinta... En la actual crisis del mundo, en Oriente Próximo, o en Israel/Palestina, no es consecuencia de los valores del islam. No se debe a la mentalidad de los árabes como claman algunos racistas. En absoluto. Se debe a la vieja lucha entre fanatismo y pragmatismo. Entre fanatismo y pluralismo. Entre fanatismo y tolerancia.

El fanatismo es más viejo que el islam, que el cristianismo, que el judaísmo. Pero las tres religiones mencionadas han contribuido a mantenerlo y lo han fomentado a través de los más de tres mil años que tienen de existencia.  Desgraciadamente, el fanatismo es un componente presente en la naturaleza humana, pero fomentado la mayor parte de las veces y habría que empezar a erradicar de nuestros cerebros este elemento hostil. Si decodificásemos éstos de tanta basura religiosa, y de tantas verdades reveladas por Dios quizás nos iría algo mejor. Hoy es necesario y urgente ponerse a trabajar de forma seria en los problemas reales que afectan a toda la humanidad. 

En el texto se habla de llegar a acuerdos. De respetar compromisos, de la creación de dos estados, de convivencia entre vecinos. No va a ser fácil, pero no hay más remedio que abordarlo.Toda una historia de luchas y rencores deben de terminar. Hay que poner fin a tanta muerte. Las partes deberán ceder algo, porque el acuerdo entre ellas es necesario.

Este texto se ha quedado obsoleto. Hoy es el Islam el que enarbola el fanatismo, también él está en posesión de la verdad absoluta. ¿Pero se han preguntado alguna vez si no son sus creencias y los lideres que están detrás de ellas, los responsables del estancamiento que en tantas áreas sufren los países árabes?