La última riada del río: Febrero del 2015
Fotos tomadas el domingo 28 de Febrero desde el puente de Santiago.
Las aguas corren veloces por el cauce. Ya han anegado aguas arriba un centenar de hectáreas, de huertas y cultivos. Cabañas, Boquiñeni y Monzalbarba han sufrido su furia.
El río se encarga de recordarnos cada cierto tiempo nuestra fragilidad y dependencia. Y no permite su olvido. Cada pocos años sus aguas nos recuerdan cuales son sus dominios y arrastran todo cuanto encuentra a su paso.
Confiemos como en el pasado que sus aguas sean portadoras de los valiosos limos. Que los sedimentos cargados de nutrientes fertilicen los campos inundados y sean generosas las cosechas.
Las crecidas son procesos naturales que se producen cíclicamente. No sabemos el momento exacto pero cada cierto tiempo van a ocurrir. Lo ha hecho siempre desde que el río es río a lo largo de su historia.
Los árboles esperan la llegada de la primavera
sus hojas todavía no han brotado, pero sus pies y sus raíces permanecen bajo el agua del Ebro desbordado.
Al fin te miro, Ebro famoso.
sus hojas todavía no han brotado, pero sus pies y sus raíces permanecen bajo el agua del Ebro desbordado.
Al fin te miro, Ebro famoso.
Eres el más grande y el más hermoso.
Cuanta belleza, cuanta alegría
cuanto he soñado si te vería.
Ya Zaragoza vuelvo a pisar
Junto al antiguo galacho de la Cartuja.
A cada nueva riada el río modifica su cauce, sus aguas buscan nuevos caminos para transitar