A pesar de ser Febrero y de que el invierno no había llegado a su fin, Málaga se encontraba esplendida. El sol calienta más allí y la luz también es más intensa que en Aragón. Llevábamos tiempo deseando hacer ese viaje y al fin se ha cumplido nuestro deseo.
No solo Málaga merece la pena, sus alrededores son preciosos y sus paseos marítimos una delicia para las compras y el tapeo.
En nuestro primer día dimos vueltas por la ciudad visitando su catedral, el mercado de las Atarazanas, el museo dedicado a Picasso y sus calles y Plazas más emblemáticas. Una delicia, ya que el tiempo lucia espléndido y con buena temperatura.
Finalmente recalamos en la Alcazaba, que es una fortificación palacio construida a los pies del monte Gibralfaro. Data de los siglos X, XIV y es una delicia pasear por ella. Sus numerosas fuentes y estanques invitan al sosiego y a la calma. Las vistas sobre el puerto y la ciudad no son de despreciar. Los árabes dejaron aquí en Málaga un patrimonio de gran belleza.
En los días siguientes nos dedicamos a los alrededores que son magnificos y con mucho ambiente.
Torremolinos por ejemplo, tiene un bellísimo puerto y un paseo monumental. Las noches de verano deben de ser inolvidables por la marcha y el ambiente.
Benalmádena Pueblo, Arroyo de la miel, Mijas, etc, etc Son otros de los lugares explorados durante estos días.
Nos alojamos en un Hotel de Benalmádena y todo nos resulto muy bien comunicado. La comida del hotel y el servicio tambien fueron muy satisfactorios. Para repetir.
Sin duda lo que más nos gustó e impresiono fueron los pueblos pegados a la sierra. Mijas es un pueblo de color blanco y casas apretadas. Un balcón al mar que se apoya en la Sierra.
Sin duda lo que más nos gustó e impresiono fueron los pueblos pegados a la sierra. Mijas es un pueblo de color blanco y casas apretadas. Un balcón al mar que se apoya en la Sierra.
Este edificio con forma de castillo es en realidad un monumento dedicado a Cristóbal Colón y al descubrimiento del "Nuevo Mundo". Fue construido por el Dr. Esteban Martín y Martín, con la ayuda de dos albañiles del cercano pueblo de Mijas.
Es una mezcla de estilos arquitectónicos que pretenden representar la cultura española en el momento del descubrimiento. El Dr. Martín
trabajo muchos años en los Estados Unidos como médico y, a pesar de ser castellano de nacimiento, cuando se jubilo y volvió a España se afinco en estas tierras malagueñas.
Al acercarse el quinto centenario del descubrimiento pensó en hacer un homenaje tanto a Colón, al que admiraba profundamente, como al descubrimiento y sus consecuencias. El hijo del Dr. Martín, que se encarga de enseñar el castillo, nos explicó que su padre había comprado aquella finca en Benalmádena y se propuso hacer algo que ensalzase al hombre y a su descubrimiento.
Recoje los estilos: bizantino, románico, gótico y mudéjar como marca cultural de la España de la época. Y que representan a su vez la España medieval (cristiana, judía y árabe).
Sobre una de sus torres se destaca la pagoda china que simboliza la idea original de
Colón de alcanzar las costas del antiguo Cipango.
Se construyó entre los años 1987 y 1994 y los materiales utilizados son fundamentalmente el ladrillo y el hormigón; es recomendable echar una vista al
interior, para ver las bonitas vidrieras.
La pasión y el entusiasmo con que nos contó la historia el hijo del Sr. Martín, y sobre todo, la obra de este castillo realizada por el y sus dos ayudantes despertaron nuestra máxima admiración.
Que sirva esta pagina también, de homenaje y reconocimiento al Doctor Martín y a su obra.