Con
la edad se experimentan muchos cambios físicos que afectan al
concepto y la imagen
de
uno mismo, puede producirse una ligera disminución de altura como
resultado de la osteoporosis. Normalmente hay una pérdida de agudeza
visual y auditiva debida a los cambios degenerativos en los ojos y en
el oído interno. Estos cambios tienden a ser mayores en la vejez.
La menopausia, se produce por
la insuficiencia ovárica y los síntomas más frecuentes son:
sofocos, palpitaciones, dolores de cabeza... y en algunas mujeres
también: ansiedad, depresión, irritabilidad e insomnio.
Con
la edad se experimentan muchos cambios físicos que afectan al
concepto y la imagen
de
uno mismo, puede producirse una ligera disminución de altura como
resultado de la osteoporosis. Normalmente hay una pérdida de agudeza
visual y auditiva debida a los cambios degenerativos en los ojos y en
el oído interno. Estos cambios tienden a ser mayores en la vejez.
La
menopausia, se produce por la insuficiencia ovárica y los síntomas
más frecuentes son: sofocos, palpitaciones, dolores de cabeza... y
en algunas mujeres también: ansiedad, depresión, irritabilidad e
insomnio.
Se produce una reorganización o
reestructuración de la identidad:
El logro de esta estabilidad,
más los cambios físicos propios de esta etapa, generan una fase de
introversión que se relaciona con el proceso de individuación
(descrito por Jung). Esta forma de desarrollo propia de la especie
humana DESDE LA INDIFERNCIACIÓN HASTA LA REALIZACIÓN DEL SER fue
denominada por Jung, Proceso de Individuación. se trata del proceso
típicamente humano de formación y de particularización del
individuo psicológico en tanto que ser total -indivisible-
distinto. Al haber dominado las presiones externas se puede dedicar
la energía al conocimiento de sí mismo.
CRISIS. REESTRUCTURACIÓN Y
MADURACIÓN
Madurez emocional o
personalidad madura: ser capaz de ejercer un dominio activo
sobre el mundo. lo mismo pasa con las capacidades del sí mismo
(percibir bien). Capacidad de discriminación de aspectos sutiles de
la personalidad propia y de los demás. La personalidad presenta
unidad, consistencia, armonía de los rasgos.
Proceso de individuación:
el sujeto se vuelca hacia su interior. Se produce un mayor
conocimiento de sí mismo y se integran los nuevos aspectos a la
personalidad. Se toma contacto con aspectos inconscientes y
desconocidos de la personalidad. Este proceso desarrolla la
capacidad de aceptar el paso del tiempo, las frustraciones y genera
mucha confianza en los recursos internos (ser capaz de tolerar cosas
que antes no creía posibles). Si se logran integrar los arquetipos
joven/viejo y anima/animus, se logra una expansión de la
personalidad y del conocimiento; se es más consistente frente al
resto y con uno mismo.
- aparecimiento de canas, calvicie,
sequedad cutánea (arrugas)
- disminución de la fuerza muscular
y de la velocidad de reacción
- acumulación de tejido adiposo en
determinados sectores del cuerpo
Estos cambios no implican una pérdida
de las funciones, sino que estas disminuciones implican la generación
de cambios en los hábitos de vida.
Físicamente, en la mujer se vive la
menopausia (45-50). Disminución fluctuante. Aquí si se da la
pérdida de una función: la capacidad reproductora. Mal genio,
labilidad, falta de energía. Desajuste en relación al equilibrio
anterior. Sintomatología física (cambios) y psicológica: “me
estoy poniendo vieja, ya no puedo tener más hijos”. La mujer va a
vivir mucho más aceptadamente la vejez, siempre que no haya centrado
su autoestima en el atractivo físico.
Andropausia en los hombres:
disminución de la hormona masculina (testosterona). Disminución en
la cantidad de espermios y su velocidad. Disminuye la frecuencia de
las relaciones sexuales. Con la pérdida de la testosterona se da una
cierta inestabilidad sexual, se requiere más estimulación y apoyo
de parte de la pareja.
Todos estos cambios generan mucha
angustia y duelo por el cuerpo joven. Se convierten en una gran
herida narcisística. Refuerzan la conciencia de la vejez y la muerte
próxima.
Se espera la aceptación de la nueva
imagen física, que los cambios sean integrados a la personalidad.
La inversión de roles implica
desarrollar una herida narcisística por la identificación con los
padres que ya no están bien. Se genera una ofensa al yo al
identificarme con alguien que está declinando.
Crisis edad media: enfrentar la
posibilidad de ser superado por los hijos. Asusta por la “pérdida
del rol”. También se sufre al saber que ya no son fuente de
identificación de los hijos; ellos reconocen defectos y critican
abiertamente. Lo más sano sería ser capaz de aceptar y sentirse
gratificados por el proceso de autonomización de los hijos. Además,
deben tolerar ser objeto de evaluación.
Pareja: se requiere un
reordenamiento de la vida matrimonial, por el fenómeno del nido
vacío. Ahora se pueden abordar temáticas que antes no se podía
por dedicación a los hijos. Surgen conflictos que estaban latentes
a lo largo de la vida de la pareja que no se habían resuelto por
alguna razón. Pasar más tiempo juntos produce dificultades en la
relación diaria, se requiere un sistema diferente que permita un
acomodo real.
La pareja constituye una fuente de
aceptación de los cambios corporales.
En el ámbito sexual: el juego de
seducción es diferente, el coito también. Se generan procesos de
adaptación, ajuste a cambios biológicos normales.
Dentro de la revisión de la crisis
se concluye que la pareja comparte todo un pasado común que permite
la proyección de la vejez en conjunto, lo que da tranquilidad a la
pareja.
Estos signos cambian la
perspectiva del tiempo, aparece la conciencia de la muerte personal.
Se genera una adaptación en la proyección de metas, haciendo un
análisis de los proyectos pasados y futuros.
Esto se plantea como una crisis
normativa. Se da una mejor comprensión en todos los ámbitos por la
inversión de roles. Esta crisis favorece la integración.
Se plantea el segundo proceso de
individuación. Se aceptan mayores aspectos de la personalidad y, por
otra parte, nos preparamos para la muerte.
La virtud que surge de esta crisis es
el cuidado por los otros.
Generatividad: apoyar a las nuevas
generaciones. Se expresa a través del ejercicio de roles. Enseñar,
instruir, transmitir valores. Comprometerse a mejorar las condiciones
de vida para las generaciones venideras. Se relaciona con la
trascendencia (dejar algo).
De la generatividad emergen recursos:
reparar, integrar amor y odio, sublimación, reconocer las propias
limitaciones y aceptar lo inevitable de la muerte.
Sólo podemos ser generativos en la
medida que hemos superado la reestructuración de la personalidad,
aceptar la muerte propia. Implica hacer un duelo por el pasado y por
las capacidades que se van perdiendo.
Estancamiento: incapacidad de
preocuparse por el otro. Se produce por no haber resuelto crisis
anteriores o la actual, lo que impide el desarrollo y fortalecimiento
del yo (ejemplo: alguien a quien le cuesta aceptar su proceso de
envejecimiento, no facilita nada a las generaciones nuevas).
Se puede manifestar en la elaboración
de metas no realistas (por tiempo, dinero, capacidades, etc.). La
energía se puede orientar mucho a la pseudo-intimidad. Se evita
tomar conciencia de la verdad.
VEJEZ
El grado de desarrollo de la
personalidad influye en cómo el individuo enfrenta los cambios de
la vejez (declinación física, jubilación, pérdida de status, de
las relaciones sociales)
Muerte:
percepción correcta ! final del
camino recorrido
percepción errónea ! interrupción
en el camino, en algo que todavía se puede cambiar