UN CRUCE ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE
En
aquellos tiempos homéricos, el mar no era navegable y se denominaba
”Axenos” (inhóspito) a causa de las tormentas que se desataban
en invierno y la ferocidad de las tribus que vivían en el litoral,
sobre todo los escitas, que sacrificaban a los extranjeros. Pero
después, cuando los jonios fundaron ciudades en las costas, se
denomino “Euxinos” (bueno con los extranjeros, hospitalario)
Estrabón
En
los atlas, el mar Negro aparece como un lago en forma de riñón,
conectado con el Mediterráneo por los angostos canales del Bósforo
y los Dardanelos. Y sin embargo es un mar, no un lago de agua dulce:
una gran masa de agua salada de unos mil kilómetros de anchura por
otros quinientos de Norte a Sur, salvo en la parte central, donde la
península de Crimea reduce la distancia. Es un mar profundo, ya que
en algunos puntos rebasa los dos mil metros.
Cuando
se recorre el litoral de izquierda a derecha, comenzando por el
Bósforo, se ve que la costa de Bulgaria y Rumania es baja, lo mismo
que casi toda la de Ucrania. A partir de aquí empiezan los
acantilados y las montañas de Crimea. Las costas de Abjasia, Georgia
y Turquia son básicamente montañosas, con gargantas y montes
poblados de bosque que se precipitan en el mar.
En el año 2.006 se congeló el mar Negro |
Son
los ríos lo que domina en el mar Negro. Cinco son y estos sus
nombres: el Kubán, el Don, el Dniéper, el Dniéster y, por encima
de todos, el Danubio.
Son
estos ríos, origen de tantísima vida, los que durante milenios han
destruido la vida en las profundidades del mar Negro. Su afluencia de
materia orgánica es excesiva para las bacterias marinas que deberían
descomponerla. Se alimentan oxidando los nutrientes, sirviéndose del
oxigeno disuelto del agua del mar. Pero cuando la aportación
orgánica es tan grande que el oxígeno disuelto se agota, las
bacterias ponen en macha otro proceso bioquímico: sacan el oxígeno
de los iones de sulfato que componen el agua marina, fabricando
durante la operación un gas residual, el ácido sulfhídrico o H2S.
El
ácido sulfhídrico es una de las sustancias más mortíferas que hay
en el mundo natural, y el mar Negro es el mayor deposito planetario
de este gas. El agua es allí anóxica, carece de oxígeno disuelto y
la vida es incompatible con él.
En el viaje del Argo, Jasón cruzo el mar Negro y, ya en la Cólquide (parte de la actual Georgia), remonto el río Fasis, iba en busca de un tesoro mágico, el vellocino de oro. Pero el oro es para los héroes.