Un año más y con gran afluencia de gente han llenado de color y de alegría nuestras calles. Una tarde calurosa, que no ha impedido manifestar a ese amplio colectivo de personas, sus reivindicaciones y derechos. Quedan lejos los tiempos en que pudieron ser considerados como enfermos, viciosos o incluso maleantes. Etiquetar es fácil, pero muchas veces no responde a la verdad. Tienen el derecho y están orgullosos de pensar y de ser como son. De atreverse a salir y defender que la práctica del sexo es algo más rica y variada de lo que hasta ahora, de forma convencional se había tenido por "norma"
Acompañados por amigos, padres, madres y simpatizantes de las libertades recorrieron las calles cantando sus consignas. Plaza San Miguel, Coso e Independencia fueron el escenario recorrido. Terminó la fiesta en las escalinatas del Paraninfo con diferentes lecturas reivindicativas.
Texto y fotografía propiedad de
Teresa Monterde