El blog de Teresa. teresamonterde.blogspot.com

jueves, 2 de junio de 2016

REFLEXIONES DE UN DÍA


SER MANZANO Y QUERER SER UN NOGAL


   Una característica bien humana, aunque no se si muy inteligente, es querer ser o aspirar a aquello que no somos. Los manzanos sueñan con ser perales o nogales, mientras que estos mismos nogales se mueren por asemejarse a las esbeltas y cimbreantes palmeras. Ese es nuestro drama y la causa de nuestro descontento. Querer todo y nada; estar aquí y allá al mismo tiempo.

   Quizás este deseo imperioso de ser otro sea algo inherente a la vida, un impulso hacia adelante que nos empuja más y más.




   No somos perfectos, somos humanos y deberíamos aprender a no ser tan exigentes con nosotros mismos. Si hay que guardar, pues se guarda. Si es el tiempo de nadar, se nada. Pero no es posible nadar y al mismo tiempo guardar la ropa. Vivimos a gran velocidad, proyectando un montón de cosas, si en algún momento estamos ociosos, pensamos que nuestra vida es de una calidad inferior y decimos que nos aburrimos. Andamos de aquí para allá buscando... actividades, amigos, viajes, fiestas... y vuelta a empezar.

   Como resultado de toda esta marcha frenética, encontramos cansancio e insatisfacción y si continuamos mucho tiempo más, el extrañamiento y el vacío existencial.

   Saber parar a tiempo tanto deseo, reflexionar sobre la propia vida, diferenciar lo importante de lo superfluo; conocer nuestras posibilidades y nuestras limitaciones. Saber a que podemos aspirar y poner los medios para conseguirlo. No amargarnos con comparaciones que no sirven para nada, y que son perniciosas para nuestra salud física y mental. Todo esto debería ser hoy motivo de aprendizaje. 

   Pensar más... desear menos. 


   Hay mucha tecnología y muchos conocimientos sobre el mundo, pero el conocimiento propio es muy escaso. El espíritu de los tiempos nos vende cada día un sinfín de posibilidades que no siempre son reales, la mayor parte de ellas son falsas, meras mentiras destinadas a comprar y consumir que no nos aportarán otra cosa que cansancio e insatisfacción.

                                   




   Hay que empezar por saber quienes somos, y que queremos hacer. Conocer  nuestras extravagancias, nuestros puntos flacos: presunción, ambición, ira... y un largo etcétera. Saber con que contamos y que podemos mejorar, nos ayudará a organizarnos mejor en nuestra vida. Si conocemos bien nuestros defectos y nuestras cualidades, tendremos una ventaja y, sabremos a que atenernos en momentos difíciles. Nuestros niveles de frustración disminuirán, la seguridad en nosotros mismos será mucho mayor y lo más importante, finalmente podríamos dejar de fingir lo que no somos.


Flora Beltrán