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lunes, 29 de agosto de 2016

CORAZÓN SALVAJE UNA OBRA DE CLARICE LISPECTOR


Cita:
    Soy la leve ola que no tiene otro campo que la mar, me debato, me deslizo, voy y vengo riendo, dando, durmiendo, pero siempre en mí, siempre en mí.


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    El amor vino a afirmar todas las cosas viejas de cuya existencia sólo sabía sin haber aceptado nunca su sentido. El mundo giraba bajo sus pies, había dos sexos entre los humanos, una línea unía el hambre a la saciedad, el amor de los animales, las aguas de las lluvias se encaminaban hacía el mar, los niños eran seres que tenían que crecer, en la tierra la semilla se convertía en planta. No podía negar más... ¿Qué? -se preguntaba suspensa-. El centro luminoso de las cosas, la afirmación durmiendo debajo de todo, la armonía existente bajo lo que no entendía.

    Se levantaba para una nueva mañana, dulcemente viva. Y su felicidad era pura como el reflejo del sol en el agua. Cada acontecimiento vibraba en su cuerpo como pequeñas agujas de cristal que se desperezasen. Después de los momentos cortos y profundos, vivía con serenidad durante largo tiempo, comprendiendo, recibiendo, resignándose a todo. Le parecía formar parte del autentico mundo y haberse distanciado extrañamente de los hombres.

    Corazón salvaje intenta reconstruir la biografía de una mujer, no el personaje central, sino uno de ellos, desde la infancia hasta la madurez, buscando la verdad interior, descubriendo la complejidad de las relaciones humanas.

    La obra de Clarice es una de las experiencias más profundas para expresar temas que nos desbordan: el silencio y el ansia de comunicación, la soledad en un mundo donde la superficialidad nos aboca al desamparo, la situación de la mujer en un mundo creado por los hombres. En este sentido Corazón salvaje es ya un clásico, y su importancia aumentará, ira a más con el tiempo. Hoy es una de las más singulares representante de las letras brasileñas.

    Clarice Lispector, (Ucrania, 1920 - Río de Janeiro, 1977) sorprendió a los brasileños con este libro. Por el que recibió el premio de la Fundación Craca Aranha en 1945.